Hoy estaba viendo la tele con mi Pechu, un programa de Samanta, que es una pana/tía que me gusta -especialmente- porque sus reportajes suelen ser bastante sensibles y a la vez crudos. Pero este específicamente iba de lo "cool" que resulta vivir en Dubai; luego del respectivo previo de los chicos "cool" en Ibiza.
Desde hace ya varios meses, sino años, vengo pensando en eso de “cool”. Me pregunto, qué coño se supone que es “cool” y exclusivo en un mundo donde casi la mitad vive en pobreza, qué estado pretenden vender, de qué van las casas tan exclusivas que pasan en la tele como propiedad de unos tipos tan COOL, tan PRODUCTO.
Qué coño estamos fabricando, dónde los seres humanos pasamos a ser una masa de consumo, una simple masa de masas. Que asco ver como se nos vende ese ideal de “belleza” amparado tras lo anelada exclusividad, autenticidad.
Está claro que la estrategía es simplemente vender un estilo de vida, incrementar el capital de unos pocos, al final del día “capitalismo salvaje”. No es que el capital per se sea algo malo, lo malo es su estado salvaje, el extremo.
Qué se supone vendemos a generaciones por venir, que ser chulo es fino/guay, que es el estado que debemos aspirar, qué coño vendemos. Que un español en hora punta reconozca que no sabe que existió un tipo de apellido Velázquez que pintó a unas fulanas Meninas, Benignas, una cosa/vaina así. Es como un venezolano que no sepa que Reverón existió.
No digo que nos rasguemos las vestiduras, pero sí al menos que condenemos estos programas de TV efímeros y vomitivos, que condenemos a sus artífices y que intentemos por todos los medios reformar sus productos.
Debemos abolir con todo los programas de TV "con estilo"
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